No, seguramente no es lo que está pensando, un buen trabajo no lo determina exclusivamente el salario, si podemos teletrabajar o qué tan reconocida o famosa sea la empresa donde lo hagamos. Lo que hace bueno un trabajo depende de muchos otros aspectos, los cuales, la mayoría de las veces no tenemos en cuenta cuando lo diseñamos. En este artículo le vamos a explicar los principales.
Técnicamente qué hace de un trabajo, un buen trabajo, se llama calidad en el diseño del trabajo. Los trabajos que tienen una mejor calidad en su diseño son aquellos que, por sus características, crean condiciones laborales que permiten a los trabajadores tener un mejor desempeño, aprender más, sentirse más motivados, satisfechos y saludables. En general, toda característica que predice un mejor resultado para la organización y el trabajador, es una característica que indica mayor calidad en el diseño del trabajo.
Entonces ¿qué son las características del trabajo?
Las características del trabajo son los atributos de las tareas, el trabajo y el entorno social y organizacional donde se realiza (Humphrey et al., 2007). La evidencia científica sugiere que hay tres grandes grupos de características del trabajo que influyen en su calidad:
Motivacionales
Sociales y
Contextuales
Un trabajo será un trabajo diseñado con mayor calidad, en la medida en que produzca características que hagan el trabajo más motivante, que genere mejores relaciones sociales y que proporcione un mejor contexto físico en el cual realizarlo.
¿Qué características del trabajo nos hacen sentir más motivados?
Nos sentimos más motivados por el trabajo cuando contamos con altos niveles de autonomía, realizamos tareas variadas, lo que hacemos influye en la vida o el trabajo de otras personas, podemos ver integralmente el resultado de nuestro trabajo, el trabajo mismo que realizamos nos proporciona información acerca de qué tan bien lo estamos haciendo; es complejo, exigente, requiere que resolvamos problemas, habilidades diferentes y especialización, pero no tanto que nos estrese. En la siguiente imagen se puede ver una representación gráfica de los niveles deseados de aquellas características del trabajo que influyen en nuestra motivación:
¿Qué características del trabajo crean mejores relaciones sociales?
Se crean mejores relaciones sociales en el trabajo cuando tenemos altos niveles de apoyo por parte de nuestros directivos y compañeros, lo que hacemos depende de otros y a su vez otros dependen de lo que hacemos (pero no mucho, altos niveles de interdependencia generan estrés y efectos negativos); podemos interactuar con personas fuera de la organización y recibimos retroalimentación sobre nuestro trabajo. En la siguiente imagen se puede ver una representación gráfica de los niveles deseados de aquellas características del trabajo que influyen en las relaciones sociales laborales:
¿Qué características del trabajo se asocian con un mejor contexto físico para realizarlo?
Se generan mejores condiciones del contexto físico, donde se realiza el trabajo, cuando nuestro puesto es ergonómico, no tenemos muchas demandas físicas, podemos trabajar con poco ruido, con buena temperatura, en un lugar limpio y sin riesgos para nuestra salud. En la siguiente imagen se puede ver una representación gráfica de los niveles deseados de aquellas características del trabajo que influyen en mejores condiciones del contexto físico:
Conclusión
Lo que hace a un trabajo un buen trabajo, son las características motivacionales, sociales y contextuales que produce. Para producir un mejor trabajo, las decisiones administrativas, sobre qué hacemos en la empresa, cómo, cuándo, con qué frecuencia y con quién, deben considerar los efectos que producen en cada una de estas características. Puede comenzar a mejorar la calidad en el diseño del trabajo de su empresa, midiendo las características del trabajo.
Referencias
Humphrey, S. E., Nahrgang, J. D., & Morgeson, F. P. (2007). Integrating motivational, social, and contextual work design features: a meta-analytic summary and theoretical extension of the work design literature. The Journal of Applied Psychology, 92(5), 1332–1356.
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